Bueno, si vengo a Japón y no les hablo del sakura, es que algo estoy haciendo mal. Y la verdad es que es muy probable perderse el florecimiento de los cerezos con el itinerario que yo tengo.
Llegar en abril a Japón es correr el riesgo de no presenciar el sakura, de hecho es muy probable el no participar en un hanami, cosa que me perdí rotundamente. Pero los árboles de cerezos sí pude verlos.
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El primer Sakura que vi en Japón, mientras me dirigía a Kioto |
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Sakura justo a la entrada de mi edificio |
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Sakura frente a la entrada de mi edificio |
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Sakura en el río Kamo |
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Sakura camino a la escuela |
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Un pequeño riachuelo del río Kamo con pétalos de cerezos |
Hay una señora que barre todas las noches la entrada del edificio, aunque durante algunos días volvía a llenarse de pétalos rosas y ella barriendo cada noche.
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La entrada de mi edificio vista desde el piso de las lavadoras |
Como pueden ver, los primeros días vi muchos cerezos, pero también hacía mal tiempo, así que el viento y la lluvia acabaron rápido con ellos, además de que todos los días estuvo nublado. Lástima, a ver si para el próximo año alcanzo alguna flor de sakura (lo dudo).
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